AMOR, PERDÓN.

Es más sencillo expresar a otros, que a uno mismo, estas dos hermosas palabras que aún y cuando se escriben con tan pocas letras, su significado es tan penetrante y trascendental.

De igual forma, es más sencillo de SENTIR estas dos grandiosas palabras cuando nos dirigimos a otras u otros.

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Decir, Te amo.

Decir, Te perdono.

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Siempre nos ubica en una situación de bienestar, de benevolencia hacia fuera de nosotros mismos.

Y qué hay si descubro que realmente estas dos extraordinarias palabras con toda su carga energética, tan maravillosa, nacen y fueron creadas para aplicarlas en mí; me traen tanta sanación en todo momento, en todo pensamiento, en toda acción.

Entonces me detendría más seguido en mi diario vivir para repetírmelas sintiéndolas a toda consciencia, dándomelas como un hermoso regalo altamente merecido.

No quiero decir que si en algún momento cometí un error o tal vez me lastimé o lastimé a alguien o me lastimaron a mí. Pueda ya no usarlas creyendo que de esta manera ese dolor o sufrimiento se olvide.

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Enfoco mi energía y trabajo personal en transmutar ese dolor en amor propio, en compasión conmigo y con los demás.

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En pocas palabras, si deseo que mi entorno cambie, lo trabajo desde mi centro, desde mi interior.

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Sabiéndome consciente de que el amor que merezco no nace fuera de mí, sino desde dentro de mí.

Que el aprendizaje de mi vida tomando como lecciones mi diario vivir, son un sinfín de pruebas y errores, que en lugar de juzgarme o condenarme, perdono mi andar, tomo un descanso y continuo mi vivir dándome nuevas oportunidades y seguir avanzando.

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Ahora desde hoy y siempre.

ME AMO y ME PERDONO.

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 - Maya.