Noviembre es un momento de reflexión, de retrospección, que me invita a pensar en este tiempo de fuertes cambios a nivel mundial.
Lo estable y sólido que mi mundo es, aún y cuando en el transcurso de este actual tiempo, de muchísima enseñanza en todos los aspectos; laboral, social, en sí personal.
Y a manera de evaluación, puedo darme cuenta que el reconocerme en cualquier circunstancia, teniendo clara mi situación emocional, me hace tener herramientas para poder afrontar mi diario vivir.

Puedo tener momentos de tristeza, usándolos como una reintegración personal. Momentos de ira, usándolos como recurso para la autodefensa.
Momentos de culpa, aplicándolos de manera constructiva y de autoreparación.
Inclusive, momentos de miedo, usándolos como autoprotección.

Estoy segura que dándome cuenta de mi situación anímica es inminente que mis momentos de alegría me proporcionan esa flexibilidad de pensamiento y acción que me mantienen en el momento presente.

-Maya.